
¿Quiénes somos?
Somos una iglesia Cristiana Evangélica, un lugar donde todos pueden venir a recibir de parte De Dios, de su presencia, de su palabra, a tener un encuentro verdadero con Él; y en esa revelación caminar de acuerdo a los planes divinos que Él tiene para cada uno de nosotros.
FAMILIA POR
TODO EL MUNDO
Nuestra misión
Nuestro objetivo es acudir a las personas para que escuchen el llamado de Cristo al ayudarlas a que reciban el Evangelio restaurado mediante la fe en Jesucristo y el bautismo, perseverando hasta el fin.
SOMOS ADORADORES DEL SEÑOR
Mantenemos siempre la adoración y reconocimiento a nuestro padre celestial, a Jesucristo nuestro Señor y Salvador, y al Espíritu Santo, nuestro guía y consolador. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Cada servicio lo hacemos con el firme propósito de alabar, adorar y glorificar a Jesucristo a través del tiempo de alabanza, de la predicación de Su Palabra y del compañerismo entre los hermanos.
DOCTRINAS FUNDAMENTALES
En la declaración de las verdades de las doctrinas fundamentales han sido adoptadas por las
Asambleas de Dios a nivel mundial; en la Iglesia Cristiana Ebenezer, Compartimos estas dieciséis doctrinas, a continuación.
La Biblia es la palabra inspirada de Dios, la revelación de Dios, la infalible regla de fe y conducta, y es superior a la conciencia y a la razón, pero no contraria a esta.
(2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:2).
El único verdadero Dios se ha revelado a sí mismo como el Eternamente existente por sí mismo, revelado posteriormente, reuniendo los principios relativos de parentesco y asociación, es a saber, Padre, Hijo y Espíritu Santo (Deuteronomio 6:4; Marcos 12:29; Isaías 43:10-11; Mateo 28:19; Lucas 3:22).
El hombre fue creado bueno y justo. En efecto Dios dijo lo siguiente: “Hagamos al hombre a
nuestra imagen y conforme a nuestra semejanza.” Más el hombre cayó por transgresión
voluntaria y su única esperanza reside ahora en el Señor Jesús, el hijo de Dios. (Génesis 1:26-31; 3:1-7; Romanos 5:12-21).
a) La gracia de Dios, que trae la salvación, es asequible a todos los hombres. Por
intermedio de la predicación del arrepentimiento hacia Dios y la Fe en el Señor Jesús
puede salvar al hombre. La salvación se obtiene por gracia y no por obra.
b) La evidencia de la salvación. La evidencia interna de la salvación para el creyente es el
testimonio directo del Espíritu Santo, (Romanos 8:16). La evidencia externa para todo
hombre es una vida justa y verdaderamente Santa. (2 Corintios 5.17, Efesios 4:24).
Todo aquel que se ha arrepentido sinceramente y considera a Cristo su Señor y Salvador debe someterse a la ordenanza del bautismo en agua por inmersión, de acuerdo a las Sagradas Escrituras. Al cumplir este fundamento, el creyente lava su cuerpo como símbolo exterior de limpieza, mientras que su corazón ha sido rociado ya con la sangre de Cristo como limpieza interior.
Mediante el bautismo el creyente declara ante el mundo que ha resucitado para Dios con él a fin de caminar una nueva vida, (Mateo 28:19; Hechos 10:47-48; Romanos 6:4; Hechos 20:21; Hebreos 20:22).
La Cena del Señor consiste del pan y el juego de la vid, (jugo de la uva). Constituye un símbolo que expresa nuestra participación de la naturaleza divina de nuestro Señor (2 Pedro 1:4). Un recuerdo de sus sufrimientos y su muerte (1 Corintios 11:26), y la profecía de su segunda venida. Todo creyente debe participar de la Santa Cena hasta que el venga (Mateo 26:26-28; Lucas 22:14-20).
La promesa del Bautismo en el Espíritu Santo le pertenece al creyente por derecho y en virtud del mandamiento del Señor, no solamente debe esperar recibir dicha promesa, sino debe buscarla ardientemente. ¿El bautismo del Espíritu Santo da el patrimonio normal de los creyentes de la iglesia primitiva? Junto con el Espíritu Santo el creyente recibe un revestimiento de dones para ser ejercitados en el ministerio. (Lucas 24:49; Hechos 1:4-8; 1 Corintios 12:1-13).
Este bautismo maravilloso es distinto de la salvación y posterior a ella. (Hechos 10:44-46; 11:14-16; 15:7-9).
El Bautismo de los creyentes en el Espíritu Santo queda confirmado por la evidencia inicial de hablar en otras lenguas, según el Espíritu da la Facultad de expresarse, Hechos 2:4. El hablar en lenguas en este caso es lo mismo en esencia que el don de lenguas. (1 Corintios 12:4-10; 28).
Las Sagradas Escrituras enseñan en sus páginas que el hombre debe vivir una vida en santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mediante el poder del Espíritu Santo podemos obedecer el mandato del Señor de ser santo porque yo soy Santo, (1 Pedro 1:15-16; Hebreos 12:14). Es la voluntad de Dios que todo creyente observe una vida de completa santidad y que con empeño la busque en obediencia a su santísima palabra. (1 Tesalonicenses 5:23-24; 1 Juan 2:6). No creemos en entera eliminación de la naturaleza pecaminosa y en su supresión cada día por el Espíritu Santo. La santificación tiene un significado doble: separación del mal y devoción a Dios.
La iglesia es el cuerpo de Cristo, la habitación de Dios por medio del Espíritu Santo, designado por decreto divino para el cumplimiento de la gran comisión. Cada uno de los creyentes nacidos del Espíritu Santo, forma parte integral de la Asamblea General e iglesia de los primogénitos, quienes están inscritos en el cielo. (Efesios 1:22-23; 2:22; Hebreos 12:23).
Un ministerio llamado por voluntad divina y ordenado de acuerdo a las Sagradas Escrituras ha sido proporcionado por el Señor con un doble propósito: 1- La evangelización del mundo. 2- La edificación del Cuerpo de Cristo. (Marcos 16:15-20; Efesios 4:11-13).
La Sanidad Divina forma parte de la expiación y constituye el privilegio de todo creyente. Esprometida en las Sagradas Escrituras. (Isaías 53:5, Mateo 8:16-17; Marcos 16:18).
La resurrección de los que han muerto creyendo en el Señor y su traslación, junto con aquellos que aún vivan cuando El retorne, constituye la esperanza bendita de la iglesia, la cual cree así mismo que el cumplimiento de dicha esperanza es inminente. (1 Tesalonicenses 4:16-17; Romanos 8:23; Tito 2:13; 1 Corintios 15:51-52).
La revelación o aparición del Señor Jesucristo desde el cielo, la salvación de la nación de Israel, u el reino milenario de Cristo sobre la tierra constituye las promesas bíblicas y la esperanza del mundo. (2 Tesalonicenses 1:7; Apocalipsis 19:11-14; romanos 11:26-27; Apocalipsis 20:1-7).
El diablo y sus ángeles, la Bestia y el falso profeta y cualquier otro cuyo nombre no se encuentre en el libro de vida, sufrirá el castigo eterno en el lago que arde con fuego y azufre, el cual es la muerte segunda. (Apocalipsis 29:20; 20:10-15).
Nosotros esperamos cielo nuevo y tierra nueva según sus promesas en los cuales mora la justicia de Dios. (2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1).
¡Has llegado a casa!
Los pastores Caraballo se conocieron en agosto del año 1994, mientras tomaban un examen para entrar al Instituto Bíblico Central de las Asambleas de Dios (IBCAD) en la Republica Dominicana. En el año 1997 se graduaron de dicha institución siendo enviado cada uno a plantar una iglesia en pueblos diferentes. En el año 2000 surgió lo que ninguno pensó al momento de graduarse, es decir se casaron el 26 de febrero de ese año. Han procreado tres hermosos hijos, Andy, Mariel y Ronald. Después de plantar algunas iglesias en la Republica Dominicana, Dios los llamo al campo misionero, escogiendo a Belice como campo misionero. Allí el trabajo tuvo que ver con la plantación de iglesia, maestros del Instituto Bíblico y en una ocasión, directores del mismo; además ejercieron el cargo de Misionero Ejecutivo, en el ejecutivo de las Asambleas de Dios de ese país. El periodo misionero fue desde 2002-2012. En el 2014 Dios los mueve a Long Island NY. Mas tarde el 1ro de mayo del 2016, fueron instalados en la Iglesia Cristiana Ebenezer como pastores principales. Hasta el día de hoy son los pastores de dicha iglesia.